domingo, 17 de enero de 2010

El Plan de Once Años

La educación ha sido tradicionalmente uno de los factores que posibilitan una mayor igualdad de oportunidades entre los individuos y un mayor bienestar para las sociedades. Ambos aspectos se reflejan en mejores posibilidades de desarrollo en la economía y en la comunidad política. No es una casualidad que los gobiernos en el mundo moderno se hayan planteado la puesta en marcha de sistemas educativos propios y se hayan atribuido, como una de sus principales responsabilidades, la función educativa. Es necesario además reconocer el carácter del bien público que tiene la educación, cuando menos en sus primeros niveles. Esto tiene que llevar a aceptar que cuando el desarrollo económico y social está en proceso, es virtualmente imposible que la población de un país, por sí sola, se provea de educación elemental. El significado de lo anterior es fundamental: si existe parte de la población que se quedan sin educación, esto a la larga ocasiona que pierde todo el país. Por tal razón es de vital importancia crear designios que favorezcan a la educación de nuestro país.

Por lo que en la actualidad es importante hacer un esbozo de los proyectos que han sido pieza fundamental en el proceso educativo de México, como sabemos son pocos los políticos preocupados por mejorar y desarrollar una educación competitiva respecto a los países tercer mundistas, pero ¿Qué se debe hacer para formar parte de ello? Ante este cuestionamiento son muchas las respuestas, primeramente es necesario acabar con el rezago educativo que azota a nuestro país, ¿Cómo lograrlo? Interrogante que nos hace reflexionar, ya que nuestro pueblo pide a gritos una transformación en todos los aspectos (educativo, económico y social) debido a que estas, han sido olvidadas por nuestros representantes políticos, ya que nada más se han preocupado por generar capitales e invertir nuestra economía en negocios que le generen más riquezas para su propio bienestar. Un ejemplo claro de esto es el porcentaje que se le invierte a la educación que no rebasa ni el 2 %, o que decir del sector salud que no rebasa el 5%.

Respecto a lo anterior es hora de que el gobierno ponga la mirada hacia un nuevo proyecto… no me refiero al de la “La alianza por la calidad educativa” sino a uno que despierte el interés de los maestros mexicanos, ya que son ellos, quienes lo llevarán en práctica para abatir el Rezago de nuestro país. Si hacemos una retrospectiva años atrás podemos darnos cuenta de las metas alcanzadas por algunos gobiernos, solo por citar un ejemplo tenemos el beneficio que generó El Plan para el Mejoramiento y la Expansión de la Educación Primaria, mejor conocido como Plan de Once Años, que fue parte de la política educativa federal del entonces presidente Licenciado Adolfo López Mateos (1958-1964). Esta nació en determinadas condiciones que lo hicieron posible: ya que más de la mitad de la población mexicana era analfabeta, existía una alta cantidad de deserción en la escuela la cual representaba un 50%. Las condiciones de crecimiento económico que se vivían en nuestro país después de la segunda guerra mundial hicieron posible una mayor inversión en educación y por ende, el arranque del Plan. Es importante recalcar que el Plan de Once Años fue el primer intento de planificación seria en México, debido a que antes no se hacían planeaciones en educación, el Plan representó la formalidad e institucionalización de la educación básica en México.

Para llevar a cabo lo anterior, surge un personaje importante quien da riendas a este proyecto, me refiero a Jaime Torres Bonet, Secretario de Educación Pública, se dio el gran salto en la extensión de la educación primaria, alcanzando ésta, por primera vez, cifras que abarcaban todo el territorio nacional. Son los años en los que se pone en marcha el proyecto denominado la escuela de unidad nacional, que supone un giro importante en la política anterior ya que se abandona la tendencia socialista que había primado hasta entonces. Así, entre 1944 y 1946, se consiguió reducir al 50% los índices de analfabetismo entre los adultos, además de otros logros en diversos ámbitos de la educación. A este crecimiento contribuyó en gran medida la creación del Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (IFCM), institución que fue pionera en México en lo referente a la educación a distancia y que tuvo un papel predominante en la formación de profesores en una época en la que el país estaba muy necesitado de maestros, ya que se había iniciado con fuerza la educación popular, sobre todo para las zonas rurales y era necesario reclutar a un número importante de nuevos enseñantes que se comprometieran con la labor que el Estado estaba intentando poner en marcha.

Pero este avance espectacular, no puede ocultar que seguían existiendo profundas desigualdades, tanto entre los propios estados, como entre los distintos sectores de la población. Es más, tampoco tiempo después, el llamado Plan de Once años (1959-1970), que abarcaba toda la década de los sesenta y se configuraba como un ambicioso proyecto para la extensión de la enseñanza primaria, alcanzó sus objetivos primordiales : construir escuelas y formar maestros. En el primer caso, el compromiso era el de construir alrededor de 23.000 nuevas aulas y en el segundo, convocar 52.000 nuevas plazas de profesor. Además, este ambicioso Plan se complementaba con la creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, institución que todavía hoy sigue en funcionamiento. Si bien, era la primera vez que el estado planificaba a medio plazo las necesidades educativas nacionales y que el presupuesto de educación podía calificarse incluso de generoso, el objetivo último de generalizar la enseñanza primaria no se cumplió.

Paralelamente, la filosofía educativa también intentaba modernizarse. En estos años se quiso poner en marcha una educación combinada con las necesidades de la población. Es decir, se pretendía pasar de la relación maestro/alumno como simples entes enseñantes y absorbentes de la enseñanza, a un aprendizaje más activo, en el que se mezclase esta actividad con el sentido de la producción. Es decir, había que ir a una formación que capacitase al alumno, sobre todo a los de los niveles más bajos de la población, para realizar una actividad que resultase productiva, no solo para él, si no también para la sociedad. Se iniciaba el camino de lo que en la actualidad denominaríamos una enseñanza aplicada. Tampoco en este aspecto los resultados fueron excesivamente espectaculares.

Posteriormente se abre un nuevo camino para todos los mexicanos, las nuevas elecciones se hacen presentes y es así como llegamos a la década de los años sesenta. Entonces, el abogado Gustavo Díaz Ordaz, electo presidente de México en julio de 1964, recibe el mando del ejecutivo en un país aún estable pero que empieza a sentir el peso de 30 años de un mismo sistema en el poder. Durante el gobierno de su antecesor, Adolfo López Mateos, pese a que no ocurrieron enfrentamientos serios, sí se cometieron atropellos que influyeron en la opinión pública nacional, moviendo a los partidos políticos y a la sociedad en general al debate sobre la necesidad de un cambio. Tal es el caso del asesinato del líder agrario Rubén Jaramillo y su esposa y el encarcelamiento del pintor David Alfaro Siqueiros.

A pesar de esta difícil situación, el sexenio que inaugura el presidente Díaz Ordaz en relación a la materia que tratamos, viene marcado por lo que podríamos denominar el triunfalismo educativo. Tanto este gobierno, como el de sus dos sucesores, aparentan tener una fe ciega en que la educación será la herramienta que permitirá salir adelante y levantar un México triunfante en el futuro cercano. Pero, en la práctica, esta fe se traduce en un inmovilismo real, teñido de buenas intenciones y propósitos, pero escasos resultados prácticos.

No hay que olvidar que durante los 60´s México seguía transformando su industria y las ciudades crecían de forma desmedida, pero en el ámbito de la educación continuaba el déficit de alfabetización y aumentaba el número de universitarios que no conseguían empleos acordes con sus aspiraciones. Los contrastes seguían generando resentimientos en amplios grupos de la clase media que vivía un sistema político prácticamente monopartidista que no prometía tintes de cambio. Debido a todas las deficiencias detectadas y a la dificultad de cumplir los objetivos del Plan de los Once Años, se ensayó la puesta en práctica, por primera vez, de un sistema de enseñanzas alternativo que viniese a suplir las carencias del oficial, esperando que esta pudiese superar los resultados obtenidos en el sexenio de Adolfo López Mateos, en cuanto al rezago educativo.

¿Cómo superar las cifras arrojadas en el sexenio anterior? Era la constante interrogante del nuevo gobierno “Un paso más y Yo puedo hacerlo”, fueron programas que conformaron la piedra angular de un proyecto de alfabetización y de educación primaria a través de la televisión. Igualmente, tuvo gran trascendencia, aunque de momento se iniciaba en fase experimental, la emisión de Telesecundaria, que pretendía acercar la enseñanza secundaria a los jóvenes a través de este medio de comunicación. Así la televisión, una vez que ha entrado en la gran mayoría de los hogares, independientemente de la clase social de sus moradores, se convierte en una red educativa inmensa, sin barreras temporales o geográficas, capaz de cambiar, desde los valores, hasta las conductas de los telespectadores, por lo que el estado, a través de este medio, podía alcanzar a todos aquellos sectores de población que quedaban fuera del sistema general de enseñanza.

Todo lo anterior, recalca la gran preocupación por los gobiernos antes mencionados, quizás la conveniencia por parte de ellos hicieron llevar a cabo este Plan, afortunadamente un porcentaje importante de la población pudo alfabetizarse, pero en la actualidad hay mucho por hacer, es tiempo de que los nuevos gobiernos fijen la mira en la educación de nuestro país, creando programas y proyectos que favorezcan en el ramo educativo, asi también invertir más recursos en ella. Muchas veces nuestra ideología nos hace ser conformistas ¿A qué me refiero con esto? A que si el gobierno no hace nada, siempre se lo reprochamos, cuando el cambio lo podemos hacer nosotros mismos. En México, el Sistema Educativo Nacional, se ha caracterizado por esas fluctuaciones, y como ya se explicó están entrelazadas con el complejo social, pero a su vez estos son movimientos producidos por individuos que han logrado de la educación modelos dinámicos y no estáticos adecuándolos a la realidad en que se vive. Considerando a la educación como el factor primordial de la producción sociocultural de los individuos y con una función orientadora de la sociedad para la organización y desarrollo de la misma, se puede decir que la educación es la elaboradora más que la colaboradora de las civilizaciones y la historia. Por tal razón se necesita de una nueva conciencia y proceso de pensamiento siempre actual, con miras a futuro pero sin olvidarnos de aquel pasado que nos colocó en el !aquí y ahora!

4 comentarios:

  1. QUE ONDA
    Me parece interesante el como inicias tu texto, ya que haces una comparaciòn entre los "esfuerzos" politicos que se hacen en la actualidad con los que verdaderamente se hicieron en el periodo del plan de once años, considero que en ese tiempo si habìa intenciones de mejorar la educaciòn.
    Buen escrito, porque la finalidad de nuestros textos no es solo transcribir sino tambien expresar nuestras ideas

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  2. ke onda karnal de chuy!!!! ke bien eh! tu escrito es muy interesante ralizar una reflexión de la voluntad y el atrevimiento que algunos gobiernos realizan, tambien el desarrollo explícito ke tu realizaste hacerca del porceso del proyecto de once años, muy bien karnalito, ok felicidades calif: 10

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  3. hola fauto, la verdad me gusto mucho como iniciaste el escrito y lo que dices con respecto a que el gobierno debe poner la mirada hacia un nuevo proyecto que despierte el interés de los maestros mexicanos pues realmente pronto como futuros docentes lo llevaremos a la practica para abatir el Rezago de nuestro país. me agrada los cuestionamientos que realizas ya que esto nos ayuda a reflexionar mas sobre este tema

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  4. No cabe duda de que el tema es interesante y se golpeó disimuladamente al modelo y legislación educativos que se manejan hoy día. Por otro lado, querido Fausto, hay mucha paja y poca fuerza que restan u opacan la intensión de tu texto.
    Queiro agregar que, ya que la legislación educativa no es la más leal que hayamos podido ver en muchos años, orillan a nuestras instituciones (y a los líderes corruptos de una importante cantidad de ellas) a privatizar la educación, y muchos otros servicios. Sin embargo, muchos maestros (deberían hacer) toman la iniciativa y se actualizan en contenidos, en estrategias pedagógicas y de enseñanza, hasta buscan la forma de fomentar mentes autodidactas.
    A pesar de que se diga que son muchos maestros, viendolo en una escala global, se trata de una minoría, michas veces llevándome a decir que todos, excepto los que tienen (y sienten) el honor de ser profesores en las escuelas, deberían ser despedidos; hay muchas razones: entorpecen el proceso de enseñanza aprendizaje, los gandallas que no enseñan se refugian en los sindicatos, o se preocupan por cosas ridículas ajenas a su oficio, etcétera.
    Mucho se podría decir, pero mejor ahí la dejamos.

    Revisas mi blog, no? www.fundacionfacicouv.blogspot.com

    Te extrañamos acá muchos de tus amigos.
    Saludos.

    Toño Alonso.

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